martes, 20 de febrero de 2024

La devoción al Santísimo Sacramento en Jamilena

La devoción al Santísimo Sacramento en el pueblo de Jamilena es quizá una de las más antiguas de las que se conservan a día de hoy y cuyo origen encontramos ya hacia el siglo XVI. Esa profunda fe hacia el cuerpo de Cristo, es tan peculiar que incluso en su celebración es muy diferente a pueblos cercanos, pues en Jamilena no sólo se celebra en medio de pompa y boato la celebración del Corpus Christi, sino también la posterior Octava del Corpus. Ello lo convierte en uno de los pueblos giennenses, junto a otros como Villardompardo o Villacarrillo, donde esta celebración destaca por su singularidad.

Altar y arco de la festividad del Corpus de Jamilena del año 1966, siendo hermano mayor del Santísimo, Felipe Jiménez
Altar y arco de la festividad del Corpus de Jamilena del año 1966 con el hermano mayor Felipe Jiménez


 

 

De esta manera describía la celebración de la Octava el que fuera maestro nacional y alcalde de Jamilena en la década de 1940, don Rafael Castellano Pérez: “El Día de la Octava. Así lo llamamos en Jamilena. En realidad es el Domingo Infraoctava del Corpus. Un día muy solemne. Es su fiesta de Primavera. Tiene su explicación en que como la Parroquia y el Lugar dependían de la Jurisdicción de Martos, el Día del Corpus no podía tener el esplendor que merecía y lo trasladaban al Domingo siguiente. También se debe a que siempre hubo en Jamilena mucha devoción al Santísimo, con una buena Cofradía de tal título, y desde siempre ha sido grandiosa esa Fiesta en Jamilena. La víspera se hacía el Arco en la puerta del Hermano Mayor, tocaba la música, se bebía, se comía, se bailaba, en fin, un buen principio. El domingo diana, cohetes, campanas, fiesta solemne en la iglesia con Misa cantada, tres capas, predicador, sermón, y las Autoridades en lo que llamábamos el Escaño de la Justicia, y a la salida de la fiesta y bullicio para caldear el ambiente, y por la tarde, la procesión de Santísimo con paso obligado por la calle donde estaba el Arco, campanas a pino, muchos cohetes, alguna rueda de artificio costeada por entusiastas Hermanos y devotos del Señor de los Señores en su carro adornado con mil flores, las calles tapadas de juncos, mostranzos, yerbabuena, enjunciadas, cubiertas de juncia, y los balcones y ventanas adornadas con las mejores colchas y mantones de manila, y altares con macetas, todo con mucha ilusión y fe para agradar al Señor. Y sigue, con más grandeza, si cabe”. Y efectivamente así es. La celebración Corpus y de la Octava desde hace muchos años implica a todos los vecinos del pueblo, que de forma solidaria en esas jornadas previas al Corpus salen a las calles por donde discurre el recorrido oficial para engalanarlas y ayudar a los hermanos mayores en el conocido arco, donde se situará el principal altar.

Festividad del Corpus Christi de Jamilena en la década de 1940

 

Aunque antaño hubo una antigua cofradía dedicada al Santísimo Sacramento, la misma se perdió tras la guerra civil, y no fue hasta 1962 cuando nuevamente volvió a refundarse siendo su primer presidente don Antonio Garrido Estrella y hermano mayor don Juan Román Barranco. En el año 2002, tras varios años en que la cofradía se gestionaba por los hermanos mayores, se volvió a dar una nueva refundanción convirtiéndose en el actual grupo parroquial, siendo su presidente don José Cazalla Moreno. En todo este tiempo cabe destacar la celebración en Jamilena de la solemne festividad de la Vigilia Diocesana de las Espigas en los años 1978, 1993 y 2023, que supusieron un acontecimiento muy importante para un pueblo tan eucarístico y religioso. Curiosamente, la de junio de 1993, coincidió con el primer Centenario de la Parroquia y estuvo precedida de una Misión, dirigida por el Padre jesuita don Diego Muñoz.

Fiesta de la Espiga en Jamilena en 1978

 

Por último, no puede olvidarse la devoción al Santísimo Sacramento a través de la Adoración Nocturna. Un grupo cuyo origen en su rama masculina surgió en octubre de 1911, siendo párroco don Juan José Verdejo, según recogía la prensa nacional de la época. En el caso de la femenina no llegaría a constituirse formalmente hasta noviembre de 1986, gracias al párroco don Cosme Sánchez.

 


José Carlos Gutiérrez Pérez, cronista oficial de Jamilena


sábado, 12 de agosto de 2023

Una historia de Ntro. Padre Jesús Nazareno de Jamilena escrita en 1871

Hace ya unos años en que, buscando referencias históricas sobre Jamilena, me topé con un documento muy curioso que se encontraba entre las pertenencias que mi antiguo maestro en Jamilena, D. José Garrido Liébana, conservaba de sus antepasados. Concretamente, se trataba un librito pequeño de 24 páginas cuyo título era “Novena a Nuestro Padre Jesús Nazareno, que se venera en la Iglesia Parroquial de Jamilena” y que fue impreso en 1871 en la imprenta de los Sres. Rubio de la ciudad de Jaén.

 

Cuando uno pasaba la página de la portada se encontraba con las primeras dos páginas en las que, bajo el título “A los fieles cristianos de Jamilena”, el canónigo de la S.I. Catedral de Jaén durante el siglo XIX, Francisco Cibera y Pérez, ponía por escrito la, hasta entonces, historia del cuadro de Ntro. Padre Jesús Nazareno de Jamilena, quizá basándose en documentación, hoy desaparecida, que poseía la hermandad de Ntro. Padre Jesús. De este modo, debido al gran interés que supone dicho documento, por ser la primera vez que se ponía por escrito y publicaba la historia del Patrón de Jamilena, lo trascribimos a continuación:

Mis queridos hermanos: Teneis en vuestra Iglesia Parroquial una imágen de Nuestro Padre Jesús Nazareno, venerable para todos y prodigiosa para vosotros. Era propiedad particular y estaba en casa de Francisco Cárdenas y María Potenciana Bonilla. Dióse Dios por servido en que esos honrados y piadosos consortes observasen en la imágen de su devoción algunas señales extraordinarias que divulgadas por el pueblo fijaron su atención y llamaron la de los forasteros. Sucedía esto en Mayo de 1677; y como las señales no cesasen de observarse por eclesiásticos y seglares, convinose por todos en que la santa imagen fuese trasladada procesionalmente á la Iglesia para que allí se le tributara el culto público y solemne, que correspondía á las manifestaciones que habian procedido.

Pasaron más de cien años, y en ese tiempo hubo sequías y otras calamidades y necesidades públicas, en las que, afligidos los fieles, invocaron el nombre de Nuestro Padre Jesús acudieron al pié de su imagen y viéronse luego socorridos y consolados. En la información jurídica que se hizo ante la Audiencia Eclesiástica de la Vicaría de Martos, constan algunas noticias acerca de cuanto acabo de indicaros, y figuran varios testimonios con los mismos apellidos que hoy subsisten en el pueblo.

Más tarde, en mil setecientos sesenta y tantos, Juan Liévana, con sesenta y cuatro más que se le unieron, fundaron la Hermandad que, aprobada con sus estatutos en 6 de Abril de 1769, continúa consagrada al culto especial de la memorable imágen.

Fieles católicos de Jamilena: herederos como sois de la piedad tradicional que profesaran vuestros abuelos, denominados por los mismos sobrenombres que llevais vosotros; no desmintais el sagrado carácter de cristianos que se os imprimió en el Bautismo, apadrinados por aquellos. No; no os desdeñeis de ser religiosos, devotos y siervos de Jesús Nazareno, como eran ellos. La Divina Providencia os ha prodigiado el pasto espiritual que sustenta la fé católica por medio del P. Fr. Diego Rejas y otros ministros eclesiásticos de buena memoria. ¡Qué responsabilidad tan terrible la vuestra, si no correspondeis á la gracia de Dios y al celo de sus sacerdotes! Renovad el espíritu de vuestra vocación al cristianismo, enfervorizados más y más cada dia en y con la devoción práctica á Nuestro Padre Jesús Nazareno. Esmeraos en el culto á su imagen dedicándole el novenario de meditaciones y plegarias que os he formulado, ó la Via-Sacra que se le hace en toda la cristiandad. Confesados….. enmendados….. y comulgados….. conseguiréis la paz interior y consuelo de vuestras almas, el alivio de vuestros males y la asistencia en las respectivas necesidades que os aquejan.

Así os lo desea y ruega á Dios, vuestro afectísimo Capellán.

Francisco Cibera y Pérez

 

Como vemos Francisco Cibera cita en su escrito al Padre Rejas, quien había fallecido cuatro años antes de que fuese impresa la novena, es decir en 1867. La figura del Padre Rejas, del que hemos celebrado el bicentenario de su nacimiento hace unos pocos años, fue una de las que más difundió la fe a Ntro. Padre Jesús y la Virgen de los Dolores por la comarca de Jamilena y más allá de ella.

 

Actualmente, dicho librito se encuentra digitalizado e incorporado a los fondos del Archivo Histórico Local de Jamilena que coordina la Asociación Cultural y de Estudios Jamilenudos (ASCUESJA). Este importantísimo documento nos aporta detalles concretos que no conocíamos y corrige otros como el correcto nombre del primer propietario del cuadro de Jesús, Francisco Cárdenas, no Juan Cárdenas, lo que coincide con otros documentos de la época de los que ya hablaremos en otras entradas del blog. También nos dice que la primera hermandad de Nuestro Padre Jesús se fundó en 1769, o que la "aparición" del cuadro de Jesús Nazareno tuvo lugar en mayo de 1677, efeméride que en el proximo año 2027 cumple su 350 Aniversario. 

 

José Carlos Gutiérrez Pérez, Cronista Oficial de Jamilena

jueves, 3 de febrero de 2022

El día de San Blas en Jamilena

La festividad de San Blas en Jamilena es muy antigua. Como en muchas localidades de España, se celebra el tradicional 3 de febrero de cada año en honor a San Blas de Sebaste, un médico, obispo y mártir cristiano que vivió entre los siglos III y IV. Al mismo se le considera patrono de los enfermos de garganta y de los médicos otorrinolaringólogos.

De ahí, que la tradición en nuestro pueblo, y otros lugares de España, dice que comer las típicas roscas, que para este día elaboran los hornos de pan y que son bendecidas este día de San Blas en la parroquia, alivia los dolores y afecciones de garganta. Incluso las personas más mayores solían decir que era obligatorio comerse toda la rosca y no dejar ninguna miga, pues si quedaba alguna de estas migas, pecabas.

 

Grastronómicamente, las roscas de San Blas entraban dentro de los grandes hartazgos de comida que comenzaban en Navidad y seguían por San Antón, la Candelaria, San Blas, hasta llegar al Carnaval. Una festividad la del Carnaval, donde tras comerse los típicos cocidos o pucheros de Carnaval, que en Jamilena se acompañaban de las tradicionales pellas o rellenos, se pasaba al ayuno y abstinencia propios del tiempo cuaresmal.

Por ese motivo, cada 3 de febrero los vecinos de Jamilena adquieren sus roscas de San Blas, y bien ellos o los panaderos de la localidad se acercan a la iglesia parroquial para esas roscas sean bendecidas en honor al santo.


José Carlos Gutiérrez Pérez, Cronista Oficial de Jamilena

jueves, 27 de enero de 2022

El apoyo de Jamilena al fallido primer proceso autonómico andaluz

Dedicado a mi compañero de crónica

Manuel Medina Casado, Cronista Oficial de Lopera

 

Uno de los hechos más curiosos de la historia de Jamilena durante el siglo XX fue el apoyo que el entonces ayuntamiento republicano dio al fallido proceso autonómico andaluz que se realizó en aquellos años convulsos y de cambio. Y es que la posibilidad que abrió la constitución republicana de 1931 de conceder cierta autonomía política a las regiones españolas, hizo que en Andalucía surgieran las primeras asociaciones andalucistas. De ese movimiento partiría lo que después sería el anteproyecto de Estatuto andaluz, tras su aprobación por las diputaciones andaluzas el 26 de febrero de 1932, en el que se proponía una descentralización administrativa, muy parecida a la de una mancomunidad. 

 

Jamilena por entonces era un pequeño de unos 3.500 habitantes, donde al igual que la densidad poblacional estaba suponiendo un grave problema de paro agrario motivado por la Ley de Términos Municipales impulsada por el ministro socialista de Trabajo, Largo Caballero. Una ley que impedía a los obreros agrícolas de un término municipal reducido, con pequeñas explotaciones y escasas oportunidades laborales como Jamilena a salir a trabajar a términos municipales cercanos como Torredonjimeno, Martos, Torredelcampo, etc., obligándolos a hacerlo dentro de su término municipal. Dicho problema traía de cabeza al nuevo gobierno municipal salido de las elecciones municipales de abril de 1931, que habían traído la proclamación de la Segunda República, y que estaba compuesto por liberales y centristas, vinculados a partidos derechistas. Gobierno local que ya en sus primeros meses de funcionamiento vio síntomas de debilidad a causa de la ausencias prolongadas del que fuera entonces alcalde republicano, José Garrido Jiménez, quien alegaba motivos de salud. Por tal motivo, entre septiembre de 1932 y junio de 1933, el cargo de alcalde en funciones pasó al entonces primer teniente de alcalde, Antonio Pérez Damas (abajo en la imagen), un labrador vinculado a los postulados del movimiento conservador agrario. 


 

La primera referencia a ese apoyo al autonomismo andaluz lo tenemos el 22 de octubre de 1932 en la sesión de pleno ordinario del Ayuntamiento de Jamilena, donde como primer punto del orden del día se daba lectura a una circular en la que se invitaba al consistorio a elegir un representante que asistiera a la Asamblea de Diputaciones que iba a celebrarse en Córdoba para tratar el asunto del Estatuto de Autonomía de Andalucía. Tras la misma el alcalde, Antonio Pérez, y los seis concejales asistentes estimaban “de absoluta conveniencia coadyubar á ese acto que puede envolver verdadera trascendencia para la vida político-administrativa de la Región”, prestando a continuación su “adhesión entusiasta” y señalando que ante la mala situación de la hacienda municipal no podían nombrar un representante local para participar en dicha asamblea. Por ello, acordaban conferir al que fuera presidente de la Diputación Provincial de Jaén dicha representación “legal, amplia y bastante cuanta fuere necesaria para que sus acuerdos cuenten con el voto de esta Municipalidad”. 


Sin embargo, a pesar de que en la Asamblea de Córdoba celebrada en enero de 1933 se aprobaron unas bases para el Estatuto autonómico andaluz, alejadas del anterior anteproyecto y muy cercanas los estatutos catalán y gallego, hecho éste que no gustó a los representantes de Jaén, Granada y Almería, que, finalmente, abandonaron la asamblea. 

 

En este sentido cabe decir que el Ayuntamiento de Jamilena, con su alcalde Antonio Pérez al frente, siempre dejó claro que estaban por la labor de apoyar el proceso autonómico andaluz. Es más, al igual que en muchos municipios de Andalucía, en el pleno de ordinario del 5 de diciembre de 1932 el consistorio se sumará a la propuesta impulsada por el joven alcalde de Cádiz, Manuel de la Pinta, de crear una Federación de Municipios Andaluces, que sirviera para una concepción municipalista del Estatuto de Andalucía. Así señalaba que tras serle remitida una circular del primer edil gaditano sobre tal asunto, el Ayuntamiento “acordó de conformidad por creerlo beneficioso a los intereses generales, siempre que no represente gasto alguno”, respondiendo en ese sentido el alcalde de Jamilena a su homólogo de Cádiz. Dicho apoyo fue importante pues cabe señalar que en 1934, a instancias de dicha federación, se constituyó una Junta de Acción Andalucista, de la que salió la comisión que redactó el primer Estatuto andaluz, basado en el borrador que se había aprobado en la Asamblea de Córdoba.


Visto todo esto, no sabemos si ese apoyo al fallido proceso autonómico andaluz siguió pues en las actas municipales no volvió a dejar constancia, no sabemos si por falta de apoyo de los sucesivos alcaldes republicanos tanto derechistas como izquierdistas, o bien porque el mismo no se consideró lo suficientemente importante, u otra circunstancia. No obstante, lo cierto es que ese apoyo a ese primer autonomismo andaluz quedó palpable por parte de las autoridades locales de 1932, y casi medio siglo después seguía latente cuando en el Referéndum sobre el Estatuto de Autonomía de Andalucía que se celebró el 20 de octubre de 1981, el 93,59% de los vecinos que participaron en el mismo daban un rotundoSí” a nuestra actual autonomía.

 

José Carlos Gutiérrez Pérez, Cronista Oficial de Jamilena

viernes, 9 de julio de 2021

El estado de alarma de 1933 en Jamilena

Cuando en marzo de 2020 el Gobierno de España decretaba el Estado de Alarma debido a la pandemia producida por el Covid-19, y entre otras cosas se limitaba la movilidad de los españoles, muchos pensaban que esta fórmula excepcional nunca se había dado en la historia de España. Sin embargo, cabe señalar que la misma es una medida legítima pues desde el retorno de la Democracia a España tras el franquismo, se ha declarado en cuatro ocasiones. La primera en diciembre de 2010, por una huelga de los controladores aéreos, y las de marzo de 2020 y las dos siguientes en octubre de ese mismo año por la crisis de la Covid-19, si bien la primera de octubre de éstas sólo afectó a la Comunidad de Madrid.

Dicha situación vivida con especial preocupación en Jamilena, ha traído algunas muertes entre los vecinos y decenas de contagios. Pero ¿esta situación se vivió en tiempos pretéritos y existiendo un gobierno democrático? Pues cabe decir que sí, concretamente durante la Segunda República (1931-1936), donde a causa de los conflictos, pequeñas revoluciones, golpes y huelgas, los diferentes gobiernos republicanos, de uno u otro color llegaron a decretar hasta 62 estados de alarma, excepción y guerra. Uno de ellos fue el que tuvo lugar en diciembre de 1933.


La victoria de los partidos de centro-derecha y derecha en las elecciones a Cortes de noviembre de 1933 llevó a éstos al gobierno ejecutivo de la Segunda República. Con ello, se daba inicio al periodo que conocemos como el bienio radical-cedista (1933-1936). Pero la búsqueda de la abstención en las elecciones por parte del anarcosindicalismo, representado por la CNT, y su escaso eco llevó a dicho sindicato a la búsqueda de una alternativa mediante la insurrección para la instauración del comunismo libertario.

El 8 de diciembre de 1933, cuando se estaba dando la apertura en las Cortes de esta nueva etapa política, la CNT declaró la huelga general revolucionaria. Un hecho que tuvo su epicentro en Zaragoza, extendiéndose por Aragón y La Rioja, además de otros puntos de la geografía española como Andalucía, Extremadura, Cataluña, cuenca minera de León y algunos núcleos industriales diseminados. Al día siguiente, la huelga se extendió por todo el país, dando lugar a que se promulgara el estado de alarma en toda España y se procediera a la clausura de las sedes de la CNT y la FAI


¿En qué consistía entonces el estado de alarma? En aquellas fechas, diciembre de 1933 tal disposición venía recogida en la Ley de Orden Público, que había sido aprobada apenas cuatro meses atrás. En la misma se señalaba que el Gobierno estaba facultado para declarar el estado de alarma “cuando así lo exija la seguridad del Estado, en casos de notoria e inminente gravedad”. Facultaba a las autoridades gubernativas para practicar registros de domicilios, detenciones preventivas, imponer penas de destierro hasta 250 kilómetros, obligar a presuntos alteradores al cambio de residencia, prohibir actos públicos y disolver asociaciones consideradas peligrosas. En palabras del médico liberal Sánchez Covisa (abajo en la imagen), defensor del dictamen, el estado de alarma “es un estado de suspensión absoluta de garantías. De modo que del estado de alarma al de guerra no hay más que un paso: la resignación de los poderes de la autoridad civil y la entrega del mando a la autoridad militar”.


Aunque es posible que los vecinos de Jamilena supieron de la declaración del estado alarma a las pocas horas de la misma gracias a la radio, y con más detalle a los pocos días debido a la prensa escrita, oficialmente las autoridades del municipio no fueron informadas hasta pasada una semana de la dicha declaración. Así el consistorio jamilenudo, compuesto en su totalidad por concejales agrario-derechistas y presidido por Antonio Pérez Damas (abajo en la imagen), en el pleno celebrado el 16 de diciembre de 1933 trataba como primer punto del día este asunto tras recibir una circular del Gobernador Civil de Jaén. Tal hecho se reflejaba así en el libro de actas: “Leída la Circular del Excmo. Sr. Gobernador civil de la provincia anunciando el Estado de Alarma decretado para todo el territorio nacional por el Gobierno de la República, quedó autorizada la Alcaldía con plenitud de facultades en el orden económico-administrativo para la fiel observancia de esas disposiciones, en lo que afecta a este Municipio”.


Volviendo a los hechos revolucionarios, hay que decir que dicha insurrección anarquista fue sofocada a los pocos días de su inicio por las fuerzas de orden público y el ejército, aunque en el caso de Jamilena no tuvo apenas incidencia. Y es que a pesar de la conflictividad laboral que caracterizó al primer quinquenio republicano en el municipio, debido al elevado paro obrero, ésta nunca fue motivo para que proliferaran opciones anarcosindicalistas en Jamilena, pues tales reivindicaciones siempre fueron realizadas en forma de manifestaciones, huelgas…, por la principal organización obrera jamilenuda de entonces, la llamada Sociedad Obrera, de tendencia ugetista.

Acabado el estado de alarma a los pocos días, la situación revolucionaria cesó si bien el conflicto laboral y el paro obrero siguieron siendo un obstáculo para lograr la ansiada paz social que no llegaba. Sin embargo, el inicio de la guerra civil en el verano de 1936 hizo que la situación cambiara totalmente, dándose un conflicto largo y duro sobre el que hablaremos en futuras entradas al blog.

 

José Carlos Gutiérrez Pérez, cronista oficial de Jamilena

martes, 8 de junio de 2021

El primer jamilenudo fallecido en accidente de tráfico

Corría la tarde del 9 de julio de 1928, cuando por la antigua carretera de Jaén a Córdoba discurría un coche en el que viajaban tres jóvenes vecinos de Jamilena. Dicho coche, de la firma norteamericana Buick (en la imagen de arriba un modelo de la época) y con matrícula J-2727, era conducido por Maximiano Jiménez Martínez, cuya familia era conocida en el pueblo como los "Meninos", y junto a él lo acompañaban Crispín Colmenero Garrido, de 21 años, y Juan de Dios Garrido, de 18 años. Aunque desconocemos el motivo del viaje y la dirección que seguían, sabemos que en el tramo entre Porcuna y Torredonjimeno, a la altura del puente del Barranquillo (imagen de abajo, hoy en desuso), dicho coche volcó.


Según informaba el "Heraldo de Madrid" al día siguiente del triste suceso, 10 de julio de 1928, en dicho accidente de automóvil perdía la vida en el acto su conductor Maximiano Jiménez, resultando heridos con magulladuras y erosiones leves los otros dos pasajeros de Jamilena que iban con él.


Tras dicho siniestro que suponía el primer caso de un vecino de Jamilena muerto por accidente de tráfico, el Juzgado Municipal de Torredonjimeno hizo el rutinario informe para aclarar las circunstancias del accidente, de las que no nos ha llegado información, quedándose con el coche en depósito hasta que terminase la investigación. Ésta tuvo que ser rápida puesto que el 24 de agosto de ese año, el Juzgado de Torredonjimeno, a través del de Jamilena, informaba a la hermana de Maximiano, Purificación Jiménez Martínez (abajo en imagen), que podía retirar el coche de dicho depósito. 



Informada la familia, dicho coche fue llevado a Jamilena y permaneció mucho tiempo en las cocheras que Pura Jiménez y su futuro esposo, el médico tosiriano Cosme Mármol, tenían en Jamilena. 


José Carlos Gutiérrez Pérez, Cronista Oficial de Jamilena

martes, 10 de diciembre de 2019

La primera representación cartográfica de Jamilena

¿Cuándo fue la primera vez que el pueblo de Jamilena fue representado o apareció en un mapa? Pues realmente no lo sabemos, ya que quizá ese hecho se dio durante la Edad Media, de lo cual no nos han quedado testimonios documentales conocidos. Sin embargo, podemos señalar que el documento cartográfico más antiguo en el que aparece Jamilena, y del que tenemos constancia data de finales del siglo XVI.

Fragmento de "Descripción del Reino de Jaén"
El mismo corresponde con el mapa titulado “Descripción del Reino de Jaén”, realizado en 1588 por el Doctor Gaspar Salcedo de Aguirre, natural de Baeza y, por entonces, Prior de Arjonilla. En él encontramos a representada a Jamilena dentro de las tierras calatravas de Martos, representadas en el mapa con un escudo en el que aparece una cruz calatrava con dos trabas. Aparece rodeada por las poblaciones de Martos, Torredonjimeno, Torredelcampo, Jaén y Los Villares, y podemos observar cómo el Gaspar Salcedo dibuja y señala el nacimiento del arroyo Salado de Arjona en tierras de Jamilena, lo que nosotros conocemos el arroyo Cefrián que nace en Peñablanquilla.

Firma de Gaspar Salcedo
El autor de este plano, Gaspar Salcedo de Aguirre (Baeza, 1545-Jaén, 1632), fue un clérigo, teólogo y escritor giennense.  Fue además Catedrático de Prima y Rector de la Universidad de Baeza y pertenece, por su formación y actividad, a la escuela avilista en su vertiente intelectual, siendo considerado uno de los humanistas principales del humanismo giennense. Su sólida formación académica la alcanzó gracias a una vida dedicada al estudio, a los viajes que realizó, los maestros que tuvo y a su afición a lectura, pues poseía una importante biblioteca; elementos estos que influyeron en ese mapa por este clérigo baezano.

José Carlos Gutiérrez Pérez
Cronista Oficial de Jamilena